miércoles, 15 de octubre de 2025

CELEBRACIÓN





Un bar del centro de Madrid…

Así arranca la entrada del blog de Joaquín (Al otro lado del espejo) que de alguna manera hemos reeditado este sábado.

Allí estamos de nuevo el del bigote, el alto del pelo rapado y el que más sonríe. Faltan la del pelo corto y gafas y la morena, y se han unido otra morena más joven y el que más habla, que ya es difícil en este grupo decir eso de alguno. Esta vez, la que en aquella ocasión tenía el pelo más largo y gafas, contaba poco y escuchaba mucho, es, con el pelo más corto, a la que le toca hacer la crónica del encuentro. El bajito de las barbas hoy no se refleja en el espejo, este año ha sido el décimo año que no podemos verle en el espejo, pero está. Está en nuestros corazones, en nuestras conversaciones y sonriendo con todos.

Parecía una reunión más de nuestro grupo, y lo era. Juntarnos siempre es una celebración. Poder coincidir cuando la vida nos lleva por caminos separados, a algunos a cientos de kilómetros, es un motivo para alegrarnos. Aunque haya ausencias en el último momento, siempre esperamos que habrá una próxima vez en la que no faltará nadie. 

El alto del pelo rapado nos tenía guardada una sorpresa. Hace unos 15 años su pareja le regaló una botella de un licor que Joaquín le había hecho probar alguna vez. Esa botella estaba guardada para una ocasión especial y ha decidido que la ocasión había llegado. Todo ha encajado, en el restaurante no han puesto ninguna pega a que trajera una botella de fuera y el licor se había conservado con toda su calidad. Hubiera identificado la botella aunque no hubiera tenido etiqueta. Cuántos recuerdos concentrados en ese aroma. Qué emocionante. 

Gratitud. No tengo palabra mejor para describir lo que me habéis hecho sentir.



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