jueves, 2 de marzo de 2023

DESVARÍO

 


Al hilo de un grifo y una persiana…

El desgaste le llega a las cosas como las arrugas y la artrosis a los cuerpos. Las arrugas dan personalidad y hablan de lo vivido, no se arruga igual una cara acostumbrada a sonreír que una habituada a fumar o a enfadarse.

¿Se enfadan las casas y por eso se averían?

Seguramente las casas animadas de los cuentos infantiles son reflejo de la realidad, con la mente abierta somos capaces de detectar las emociones de las casas. Como la canción de Torrebruno El reloj de la estación que “si es  feliz se adelanta, triste se atrasa…”

Hay casas traviesas, las que esconden cosas en cuanto te descuidas, y otras altivas, en las que es imposible ser feliz, otras sonrientes y acogedoras, antipáticas y, hasta algunas, que cambian de humor según la luz o según quien esté en la casa en cada momento.

¿Les ocurre a las casas como a las mascotas? ¿Tienen el carácter que les transmiten sus dueños o son los dueños los que se contagian de ellas?

Por si acaso ya he puesto remedio a la persiana y al grifo.

Y por si no parece suficiente desvarío, aquí está el enlace a la canción de Torrebruno. De pequeña hubiera negado, hasta con tortura, que le llegaría a tener cariño a esta canción. 


1 comentario:

  1. Qué gran verdad. Cada casa es un mundo y tiene su personalidad.
    Me ha encantado!

    ResponderEliminar