Al hilo de un grifo y una persiana…
El desgaste le llega a las cosas como las arrugas y la artrosis a los cuerpos. Las arrugas dan personalidad y hablan de lo vivido, no se arruga igual una cara acostumbrada a sonreír que una habituada a fumar o a enfadarse.
¿Se enfadan las casas y por eso se averían?
Seguramente las casas animadas de los cuentos infantiles son reflejo de la realidad, con la mente abierta somos capaces de detectar las emociones de las casas. Como la canción de Torrebruno El reloj de la estación que “si es feliz se adelanta, triste se atrasa…”
Hay casas traviesas, las que esconden cosas en cuanto te descuidas, y otras altivas, en las que es imposible ser feliz, otras sonrientes y acogedoras, antipáticas y, hasta algunas, que cambian de humor según la luz o según quien esté en la casa en cada momento.
Qué gran verdad. Cada casa es un mundo y tiene su personalidad.
ResponderEliminarMe ha encantado!