Parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Puedo ser ingenua
y parecer un poco tonta,
pero no lo soy.
Cuando intentan engañarme
y no me doy por enterada,
parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Cuando me ilusiono con promesas
que sé que no se cumplirán,
parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Cuando espero que mis presagios más oscuros
no se cumplan,
parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Cuando creo en palabras anunciando falsamente
deudas que se saldan,
parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Cuando escucho halagos y lisonjas
y me creo que es amor,
parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Cuando me muestro optimista,
en medio de la adversidad,
parezco un poco tonta,
pero no lo soy.
Aunque si parezco un poco tonta,
tal vez, lo soy.