miércoles, 10 de septiembre de 2025

EL MANCHAO

 

La mancha


Hace muchos años alguien tuvo la peregrina idea de arrimar una llama a una de las paredes interiores de uno de los ascensores de mi casa. El recubrimiento plástico se quemó y quedó una marca en la pared que aún persiste.

Itzi era muy pequeña cuando ocurrió, pero suficientemente observadora como para darse cuenta del detalle. Señaló lo que le pareció una mancha, aunque no dijo nada al respecto. Yo pensé que le molestaría que el ascensor no estuviera en las condiciones de siempre. Muy al contrario, a partir de ese día, pedía que llamásemos a ese ascensor, quería ir en “el manchao”.

Supongo que sentía curiosidad por la evolución de aquella marca que había aparecido sin saber cómo y que no desaparecía frotando.

Lejos de molestarle, aquel defecto convertía el ascensor en un objeto único y con identidad.

Desde hace tiempo unificaron el botón de llamada de ambos ascensores y ya no se puede elegir a cuál llamar, yo me sigo alegrando cuando el que llega es el de la mancha.

Hoy ha vuelto a mi memoria y he querido escribirlo con una reflexión que va un poco más allá. Sobre lo que consideramos defectos en las cosas o en las personas, o sobre lo que unos ven como defectos y otros como señas distintivas y valiosas. Porque esas peculiaridades pueden resultar atractivas a ojos del que mira sin prejuicios.

¿Qué define lo que es ser especial?

¿Quién decide lo que es normal?

PD.: Una vez más, la primera destinataria de mi escrito ha sido Itzi, su explicación de por qué le gustaba esa marca me ha dejado fascinada: Ella nació con un lunar en una mano y le pareció que tenían relación. 

El lunar.
Cuando su mano era más pequeña, ocupaba gran parte del dorso de la mano. 



sábado, 6 de septiembre de 2025


      
       
        
Desde las 3 de la mañana buscas dormirte:


¿Será la temperatura o el colchón de látex?
¿Será la mala conciencia o una ansiedad inquietante? 
En el descanso te refrescaste. 
En la comida te espabilaste. 
Por la noche te desvelaste.

 
¡Hoy te tomaste dos TÉs!