Era un reto de esos que saltan en Internet mientras miras otra cosa: “Toma el libro que tengas más cerca, ve a la página 18 y lee el cuarto renglón. Ahí tienes la respuesta del universo para ti.”
Lo hice.
Me topé con una página en blanco.
Repetí con otro libro, realmente el cuarto renglón de la página 18 era un salto de párrafo, de nuevo en blanco.
Continué con otros, en la mayoría no me tocó texto.
Pero iba tomando notas de la experiencia y de lo que ponía en el siguiente renglón y me di cuenta de que al pasar de pagina me había dejado dos sin escribir.
Voy a tener que creerme que la respuesta del universo para mí es la nada.
No sé de qué me extraño.
Sería más peligroso creer que me dice otra cosa.
Aprovechando esa lectura de la cuarta línea de la página 18 de la media docena de libros que suelo tener siempre a mano, porque empiezo muchos y no termino casi ninguno de seguido, he tomado nota de los renglones cercanos a ese vacío que me he ido encontrando, y se me ha ocurrido hilar los textos inconexos en un mini relato.
Este es el resultado:
(Espacio en blanco extra como corresponde a mi hallazgo)
El peregrino anónimo trata de no perder la compostura.
Lleva gafas negras como en los 50.
Se dedica a lo que se llama “Wiskunde” (arte exacto o arte infalible) y va diciéndole al mundo que él mismo se celebra y se canta, hace el vago e invita a su alma, aunque el universo calle.
Alguien debe informarle de manera comprensible y precisa de las consecuencias que pueden derivarse de persistir en su idea de que para los pequeños burgueses trabajamos para la familia que es, en esencia, el nombre que se le da al hecho de que los cuidados estén privatizados.
Pero él responde: “disfruta, es más tarde de lo que piensas”.
Y así la preocupación se va apagando o permaneciendo olvidada.
Reseña bibliográfica
“Participaron pasivamente medio centenar de autores cuyos textos consulté sin pedir permiso y a quienes no tengo intención de mencionar, porque hacer una bibliografía es un fastidio. Copiar de un autor es plagio, copiar de muchos es investigación”. (Afrodita. Isabel Allende)
En mi caso, re-creación. No son media docena ni medio centenar, así que los nombró sin seguir ninguna regla académica para citar, sólo para acordarme dentro de un tiempo de qué libros utilicé y por si alguien tiene curiosidad de saber cuáles eran.
El arte de ser. Mónica Cavallé. Kairós
Relatos. Algo que se queda. Vicente Vázquez. Diversidad literaria.
Cuentos verdaderos. Rosa Montero. Alfaguara.
El luthier de Delft. Ramón Andrés. Acantilado
Precursores de América. Los grandes poetas del continente americano. Me tocó un poema de Walt Whitman. Alba editorial.
Código de Deontología Médica. OMC
El derecho a la pereza. Paul Lafargue. Corazones Blindados.
Abolir la familia. Sophia Lewis. Traficantes de sueños.
Old age comes at a bad time. Recopilación de Eliakim Katz. Robson Books
Miedo líquido. Zygmunt Bauman. Paidós