domingo, 23 de julio de 2023

OFICIO IMAGINARIO: Acompañante de sueños.

Teníamos veintipocos años. Éramos capaces de encontrar cosas inverosímiles en tiendas de barrio, en barrios que apenas conocíamos, pero teníamos un instinto especial para relacionar conocimientos, información y recuerdos. Daba igual si era un libro descatalogado, un cable con conectores raros, un muñeco inventado por una mente infantil… Si existía, lo encontrábamos o modificábamos lo que fuese hasta que encajara en el deseo. Fantaseábamos con montar nuestro negocio, la “Oficina del Conseguidor”. Uniríamos la satisfacción del que obtenía lo que buscaba a la nuestra por haberlo logrado una vez más. Luego apareció Internet y las cosas inverosímiles dejaron de existir o se encontraban al alcance de un click.


Acabé siendo médica, pero lo que yo quería era salvar vidas.
Indirectamente cumplí mi sueño, pero el sueño creó su propia historia.
Nada que ver con lo que imaginaba: acompaño vidas.
Si alguna se salva es porque se salva sola.
¿Cuántas vidas quieren ser salvadas?     


Y ¿dónde están ahora mis sueños?
Mis sueños están con las personas.
Entremezclo mis sueños con los suyos.
Tengo sueños llenos de concordia.